jueves, 18 de mayo de 2017

El cerebro es sensual.

      Muchas veces cuando vamos caminando por la calle, lugares de estudio o de trabajo, observamos lo que va pasando a nuestro alrededor y dependiendo del interés que tengamos será nuestra reacción. Puede ser aceptación, rechazo o hasta odio por ciertos prejuicios que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida  y creemos que están totalmente bien pero en el fondo son opiniones negativas acerca de algo o alguien. Para muchos es más interesante una  persona atractiva físicamente que una que no sea similar con nuestros gustos o estándares. ¿Será que hemos perdido muchas oportunidades por no darles interés  o valor a ciertas personas que podrían a ver aportado algo más significativo a nuestra vida? Hasta podrían ser esa chispa fugaz que siempre hemos anhelado. Por eso me encanta comenzar con el cerebro, la atracción física es importante si, pero acompañado de una buena mentalidad es extraordinario. ¿De qué te sirve interesarte solo de la apariencia  física? ¿No te aburre siempre lo mismo? Cuando nos fijamos en alguien de manera muy superficial, existe la probabilidad de que  a los días te comienza  aburrir debido a  las altas expectativas que generaste en ella y terminaron siendo falsas. Es muy sensual conectarse con alguien mentalmente, es hermoso sentir una conexión completa en todos los sentidos, cuerpo, mente y espíritu. Cuando empiezas a conocer a esa persona que te llama la atención es más interesante sentir más que un físico... es bonito conectarse desde el SER que esa persona aprenda a profundizar su intelecto, emociones y espíritu  para que la interacción se llene de significado. Cuando le damos significado a las relaciones, nos sentimos más tranquilos y en paz. No solo hablo de la relación en pareja sino en cualquier tipo de amistad, familiar y hasta con uno mismo.  Hay que encontrarle sentido a nuestra vida conociendo personas que te suban tu poder personal, cuando somos más conscientes de como actuamos y somos podemos lograr grandes cambios. Si queremos sentir más sensaciones de éxtasis, que nuestras hormonas se estremezcan y que nuestro nivel de conciencia se eleve, debemos aprender a relacionarnos con personas que compartan esa diversidad de vivencias, que no le tengan miedo a explorar, que busquen romper barreras limitantes y sobre todo personas que no se enfoquen en  solo tener un cuerpo perfecto. LOS CUERPOS PERFECTOS NO EXISTEN, NI EN EL PLANETA VENUS.

miércoles, 17 de mayo de 2017

El descubrir.

        En esta noche tranquila y fresca vengo a decirte que ando descubriendo un poco de mí. Todos de alguna forma queremos trasmitir  lo que sentimos y  lo que llevamos bien adentro. La inspiración viene por si sola y esto no son bailes, cantos o instrumentos, simplemente son mis palabras que quieren llevarte a que vivas eso que enciende tu ser. Sé que aún no he conocido bien esos rincones de tu alma, esos deseos que bien escondes y los que aún no has descubierto que llevas en ti. No te preocupes del tiempo, clima o lugar... Que eso que dices  que te hace falta pronto dejará de ser un tormento y dejará de existir. Se llenará de hermosos jardines, vientos alocados y risas desenfrenadas. Me encantaría que te tropieces conmigo en estas cálidas palabras para que vayamos conociendo las madrugadas llenas de magia. Me gusta cuando deseas ese amanecer ardiente y esos días de sol que tanto te hacen suspirar a pesar de las circunstancias. Me fascina la noche y sí el sol también... pero más cuando somos capaces de vivir nuestras propias aventuras en libertad de ser y no de apariencias, es mejor ser que aparentar… es mejor vivir que lamentarse… Sin preocuparse del tiempo ni el momento exacto. Hay que descubrir lo que llevamos dentro  y esa es la libertad, saber que llevamos ese deseo a la iluminación. Esa experiencia que no es  cualquiera, son las inspiraciones y maravillas de la vida cuando decidimos arriesgar y conocer lo que sentimos bien adentro de nuestro SER.

El morro.

Y somos de ahí, somos de ese inmenso cielo, de esa noche profunda que no tiene fin.  De ese faro en la punta del Morro que nos guía...